Más información
Los trastornos en la conducta de los niños son confundidos a menudo, incluso por los propios padres, con rabietas o empecinamientos del carácter, cuando muchas veces la realidad consiste en que el niño padece alguna alteración psicopatológica que, de no ser tratada, puede afectar seriamente y de manera irreversible la vida del individuo.